La verdad de la milanesa

Comer sano o comer liviano, para no usar palabras en otro idioma, trae consigo algunas equivocaciones. En los últimos años se ha acostumbrado, en muchos restaurantes o locales de comida, a ofrecer un menú liviano donde nunca faltan propuestas a base de soja.

¿Pero que consecuencias puede traer consumir esta opción supuestamente más sana?

Como muchos saben los cultivos de soja son fumigados con herbicidas como el glifosato (un veneno que acaba con todo, menos con la soja).

Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos) reveló otro aspecto tener en cuenta. La interacción de los fitoestrógenos y la calidad de esperma. El  consumo de alimentos a base de soja reduce notablemente el número de espermatozoides.

Según investigaciones realizadas por el Foro de la Tierra y la Alimentación (auspiciado por UNICEF), su consumo está totalmente contraindicada en niños menores de dos años y debe usarse con mucha precaución en menores de cinco.

La soja es deficitaria en muchos nutrientes y por su alto contenido en fitatos interfiere en la absorción de hierro y del zinc además de no ser una fuente de calcio. Por eso es incorrecto llamar leche de soja a lo que es, en esencia, un mero jugo de soja.

Acá solo nos referimos a las consecuencias que puede llagar a tener su consumo. Pero hay otras que no tienen que ver con su ingesta. Como el impacto que tiene este cultivo en el medio ambiente y las intoxicaciones que sufren los campesinos que tienen campos linderos a las plantaciones de soja a raíz de la fumigación con glifosato.

Vade retro vegetal

Una montaña de carne se acerca humeante a la mesa, el mozo pregunta: “¿muchachos tienen hambre?”. Los tres comensales miran como preguntándose quien podrá ayudarlos a terminar con la media res que yace en el brasero.

Luego de la mala experiencia quisimos probar otras variantes similares en precio y estética. Nos dirigimos a la parrilla La Gran Hollywood, en la esquina de Guatemala y Bonpland, en el barrio de Palermo.

Acá lo que se sirve, además de las minutas, es la clásica parrillada. Podes elegir, con achuras o solo de carne. Son muy abundantes y realmente económicas, las que dicen para cuatro, comen cinco y cuestan $ 75 la común, $ 90 con mollejas y $150 la especial (bife de chorizo, asado, vacío, entraña, pollo, chorizo, morcilla, molleja, bondiola) además vienen con fritas y ensalada. Ideal para ir con amigos.

La calidad de la comida es aceptable, fui en varias ocasiones y la calidad varió pero nunca fue mala. Podes elegir las mesa de la vereda, el salón (no lo recomiendo, el olor de la parrilla no acompañara hasta que lavemos la prenda), o la terraza que en invierno está techada. Los fines de semana se llena pero tiene una gran capacidad por lo que es difícil no encontrar una mesa. La atención es regular pero amable.

Si te queda lugar para el postre, compartí con tus amigos la copa La Gran Hollywood y andate caminando y respirando cortito a tomar un fernet digestivo al bar Bangalore, en Humbolt y Niceto Vega.

Precio promedio por persona $ 50.

Una mala experiencia

No todas son flores. Desde esta página no solo te vamos a recomendar lugares para visitar, comer y pasarla bien. También te vamos hacer ahorrar plata y malos sabores.

En esta ocasión nos referiremos a El Boliche de Darío, una parilla ubicada en la Avenida Corro 399, del barrio de Liniers.

Una verdadera trampa para distraídos. El precio es muy tentador, $ 39 parrilla libre que incluye entradas, papas fritas y ensalada (no la bebida). Además, es muy concurrida, lo que hace suponer que por lo menos comeremos aceptablemente.

Pero vamos al punto en cuestión, la comida. De entrada empanadas de carne, una verdadera bomba frita en aceite para autos. Luego trajeron una porción de queso derretido al que llamaron “provoleta”.

Las papas provenían de la misma freidora que las empanadas o al menos eso aparentaban. Y como broche de oro, la carne. El chorizo fue de los más grasosos que probé, los chinchulines y las mollejas llegaron crudos y la carne super cocida o más bien marcada del día o la semana anterior. Mención especial para el matambre y la bondiola. Realmente incomibles. No llegué a probar el postre por razones más que obvias.

No te dejes tentar por el precio. No te dejes llevar por la gente. Tu dinero será tirado a la basura.

Hebe Bonafini Presentó Su Libro De Cocina

La titular de las Madres de Plaza de Mayo publicó un libro de recetas,(Cocinando Política, sin que se queme), con prólogo de Diego Capusotto. En la fotos del libro posa con un delantal estampado con la cara del Che Guevara y otro con la cara de Evita. Bonafini asegura que “hacer comida es como hacer política”.

El libro, de un diseño y un trabajo impecable, es un compendio del taller que Hebe dicta- desde hace tres años- en el Espacio Cultural Nuestros Hijos, en el predio donde funcionó la Esma.

No se trata para nada de un libro básico de resetas, dónde enseña a hacer comidas con ingredientes de bajo costo, como uno podría imaginar a simple vista. En los platos de Hebe abundan tofu, salsa de soja, quinoa, amaranto, jengibre, rúcula, trigo burgol, anís, chile, menta y sal orgánica marina, entre otros. Mas bien se trata de un recetario fashión que bien podría aparecer en el mostrador de un restaurante- orgánico o naturista- de Palermo.

Entre los títulos de los capítulos se encuentra "La propaganda, la mala leche y el yogur" y en otro Hebe critica las pastas secas, los yogures envasados, las leches industriales, el Canal Gourmet y hasta dispara contra Doña Petrona: “Era una cocinera carísima. Hasta los delantales que usaba valían una fortuna. ¡Qué caro cocinaba Doña Petrona!”.

Cocinando Política es mucho más que un libro de recetas. Bonafini no se olvida de realizar, cada tanto, algun comentario politico, sobre todo en contra del capitalismo. También es un libro de living, que por su precio ($127), no es accesible para todo el mundo...

De regalo, una receta de Cocinando Politica: Sopa de quínoa