Una mala experiencia

No todas son flores. Desde esta página no solo te vamos a recomendar lugares para visitar, comer y pasarla bien. También te vamos hacer ahorrar plata y malos sabores.

En esta ocasión nos referiremos a El Boliche de Darío, una parilla ubicada en la Avenida Corro 399, del barrio de Liniers.

Una verdadera trampa para distraídos. El precio es muy tentador, $ 39 parrilla libre que incluye entradas, papas fritas y ensalada (no la bebida). Además, es muy concurrida, lo que hace suponer que por lo menos comeremos aceptablemente.

Pero vamos al punto en cuestión, la comida. De entrada empanadas de carne, una verdadera bomba frita en aceite para autos. Luego trajeron una porción de queso derretido al que llamaron “provoleta”.

Las papas provenían de la misma freidora que las empanadas o al menos eso aparentaban. Y como broche de oro, la carne. El chorizo fue de los más grasosos que probé, los chinchulines y las mollejas llegaron crudos y la carne super cocida o más bien marcada del día o la semana anterior. Mención especial para el matambre y la bondiola. Realmente incomibles. No llegué a probar el postre por razones más que obvias.

No te dejes tentar por el precio. No te dejes llevar por la gente. Tu dinero será tirado a la basura.