Las comidas pasan, quedan los artistas

No hay nada como el arte, y mejor aún si esta acompañado de un buen plato de comida. Pareciera ser que el complejo teatral Maipo, entendió bien esta premisa y ofrece entre su puesta en escena un menú a la carta para saciar las necesidades gastrointestinales de los espectadores que concurren a las obras de teatro. Este lugar se llama Maipo Cocina.

Lamentablemente el servicio de este restaurante dista mucho de lo que el Maipo, al menos en apariencias, es. La carta es cara para lo que es la comida, en la cual los platos tienen nombres más sofisticados de lo que verdaderamente son. Cada comensal aproximadamente gasta entre entrada, plato y una botellita de coca (si es que queda coca), aproximadamente entre 90 y 100 pesos. Lo cual parece un poco excesivo, ya que en determinados casos la comida termina siendo más cara que la obra en escena.

Lo curioso
Quizá lo que me generó más malhumor fue el hecho de pedir cerveza para tomar y que no hubiera, pedir Coca y que tampoco hubiera y que me ofrecieran a cambio Coca Light sin que hubiera tampoco. Me terminé conformando con una Sprite. En cuanto a los platos, ofrecían Brotola y Lomo sin que hubiera disponibilidad de estos, y en cuanto al postre, ofrecía tarta de frutillas, la cual tampoco había. En definitiva se podría concluir que media carta se encontraba ausente.

Lo que sí rescato del Maipo Cocina son los decorados, que le dan un toque artístico al lugar y que permiten entretener la vista del comensal. Y por otro lado no pude evitar emocionarme al entrar y escuchar que de fondo sonaba el inigualable jazzista Oscar Alemán tocando su famoso cover de Bésame Mucho. Fue la música en última instancia la que me permitió quedarme senteado en mi silla disfrutando lo que había de comida.